
San Anselmo de Canterbury (Aosta, 1033 - +Canterbury, 21 de abril de 1109), conocido también como Anselmo de Aosta por el lugar donde nació, fue un monje benedictino italiano que ejerció como arzobispo de Canterbury.
Anselmo nació en el seno de una noble familia italiana.
Desde muy niño se sintió inclinado hacia la vida contemplativa, pero su padre, Gandulfo, se opuso: no podía ver a su primogénito hecho un monje, porque anhelaba que siguiera sus pasos. A causa de esto, Anselmo sufrió tanto que enfermó gravemente.
Al recuperar la salud, consintió los deseos de su padre: se adaptó a la vida mundana, y hasta pareció bien dispuesto a los placeres que le proporcionaba su rango; pero en su corazón seguía intacta la llamada de Dios.
Pronto abandonó la casa paterna. Se trasladó a Francia, y después de algunos estudios preliminares sobre retórica y latín realizados en las ciudades normandas de Borgoña, Avranches, y finalmente en Bec, la fama de Lanfranco de Canterbury lo atrae a la Orden Benedictina. Aunque al principio, según confesión propia, se sintiera indeciso ante el renombre de este monje al que Anselmo consideraba como un obstáculo en el desarrollo de sus propias posibilidades para hacerse camino en la carrera eclesiástica.
Siguiendo las huellas de Lanfranco, ingresa en el monasterio en 1060.
La carrera de Anselmo ganó fama de manera vertiginosa y, en 1063 acabó siendo sucesor de Lanfranco como abad, aun siendo muy joven.
Se convirtió en un eminente profesor, elocuente predicador y gran reformador de la vida monástica, pero sobre todo llegó a ser un gran teólogo.
Su austeridad ascética le suscitó fuertes oposiciones, pero con su amabilidad terminaba ganándose el amor y la estima hasta de los menos entusiastas.
Era un genio metafísico que, con corazón e inteligencia, se acercó a los más profundos misterios cristianos:
"Haz, te lo ruego, Señor, que yo sienta con el corazón lo que toco con la inteligencia".
Sus dos obras más conocidas son el Monologio, o modo de meditar sobre las razones de la fe, y el Proslogio, o la fe que busca la inteligencia.
Fue consagrado Arzobispo primado de Inglaterra, con sede en Canterbury.
Como arzobispo intentó sustraer de la influencia de los reyes Guillermo el Rojo y Enrique I de las elecciones episcopales y preservar así la independencia de la Iglesia. Estas desavenencias finalmente se convirtieron en una lucha abierta de los monarcas contra Anselmo, lo que le valió el destierro en dos ocasiones.
Falleció en Canterbury (Inglaterra) el 21 de abril de 1109.
Fue canonizado en 1494, y declarado Doctor de la Iglesia en 1720 por Clemente XI.
Añadir comentario
Comentarios