JORGE

San Jorge (en griego Georgios; en siríaco clásico Giwargis; en latín, Georgius) fue un soldado romano ejecutado en Nicomedia (Anatolia, actual Imzit, Turquía) a causa de su fe cristiana. Se cree que nació entre 275 o 280 y murió el 23 de abril de 303.
Su popularidad en la Edad Media lo ha llevado a ser uno de los santos más venerados en las diferentes creencias cristianas e incluso en las religiones afroamericanas y musulmanas de Medio Oriente, especialmente Palestina, donde lo llaman Mar Yeries (árabe cristiano) o Al-Jádr (árabe tanto cristiano como musulmán).
la LEYENDA DE SAN JORGE
La leyenda más difundida es sin duda la del dragón, en la cuál se presenta al santo como un caballero que lucha contra un monstruo (el dragón), que vivía en un lago y que tenía atemorizada a toda una población situada en Libia. Dicho animal exigía dos corderos diarios para alimentarse a fin de no aproximarse a la ciudad, ya que desprendía un hedor muy fuerte y contaminaba todo lo que estaba vivo.
Al final ocurrió que los ganaderos se quedaron casi sin ovejas y decidieron que se le entregara cada día una persona viva que sería escogida en un sorteo. Un buen día, en el sorteo salió la hija del rey. Pero, cuando el monstruo iba a comérsela, San Jorge la salvó. Es por este motivo que en la Comunidad Autonómica de Cataluña (España) se le considera el patrón de los enamorados.
Adalberto de Praga

Adalberto de Praga, en polaco Wojciech, en checo Vojtěch, en húngaro prágai Szent Adalbert, (Libice nad Cidlinou, Bohemia, República Checa, 956 - +Trusol (Elblag), Polonia, 23 de abril de 997) fue obispo de Praga.
Nació en el seno de la familia Slavnikovci, muy poderosa dentro de la nobleza.
Estudió durante doce años en Magdeburgo (Alemania) bajo la tutela del arzobispo Adalberto de quien, al morir, tomaría el nombre para rendirle homenaje.
El 3 de abril de 983 fue nombrado obispo de Praga a petición del príncipe Boleslav II de Bohemia.
Pronto se sintió enormemente frustrado por el estilo de vida que llevaban sus fieles, totalmente pagano.
En 989 se fue a Roma para solicitar al Pontífice que le relevara de sus cargos y así permanecería cuatro años en Italia, exiliado como monje en Montecasino.
En 992, el arzobispo de Maguncia le pidió que volviera a dirigir el obispado de Praga, por lo que regresó a Bohemia acompañado de unos cuantos monjes benedictinos.
Posteriormente, con la ayuda del príncipe bohemio Boleslav II fundó, en 993, en Brevnov la primera abadía benedictina de Bohemia. Puesto que seguían las malas relaciones con los paganos en Bohemia decidió regresar a Roma, haciendo una escala en el Principado de Hungría.
Anteriormente, en 972, el Gran Príncipe húngaro Géza había abierto las fronteras a misioneros cristianos.
Estimando un mayor acercamiento al mundo civilizado medieval, Géza pidió en 993 a Adalberto que lo bautizase a él y a su hijo Vajk, del que sería su tutor , y el cual adoptaría el nombre de Esteban y posteriormente sería conocido como San Esteban I de Hungría.
En 995 su familia fue masacrada por los hombres de Boleslav II, muerte de la que escapó Adalberto por hallarse fuera del país.
En 996 se trasladó nuevamente al Principado de Hungría, pero esta vez junto con su discípulo Anastasio, al cual dejaría encargado de la misión cristianizadora en el principado húngaro.
Por todo esto, la primera basílica de la ciudad húngara de Estrigonia fue santificada en honor de san Adalberto.
Tomó entonces la decisión de convertir a los prusianos (etnia de origen báltico, originariamente instalada entre los ríos Neman o Nemunas y Minge, en Lituania).
El duque Boleslav, futuro rey de Polonia, le apoyó y le ofreció una escolta militar que le acompañaría hasta Danzig (Polonia).
Sin embargo, las tribus prusianas se mostraron muy reticentes a sus prédicas cristianas.
Tanto que el 23 de abril de 997, los paganos le decapitaron cerca de Trusol, y su cabeza fue empalada.
Su cuerpo fue trasladado a Gniezno, la primera capital del Reino de Polonia.
Tras su canonización en 999, su tumba se convirtió en un lugar de peregrinación, y su vida fue relatada en numerosas biografías escritas, casi todas en Roma, Lieja (Bélgica) y en Aquisgrán (Alemania).
Es el santo patrón de Bohemia, Polonia, Hungría y Prusia..
Añadir comentario
Comentarios