Camilo de Lelis, o Camillo de Lellis (Bucchianico di Chieti, 25 de mayo de 1550- +Roma, 14 de julio de 1614) fue un sacerdote italiano, fundador de la Orden de los Camilos, Orden hospitalaria dedicada a la atención de los enfermos, actividad a la que se consagró después de su conversión, tras haberse dedicado a las armas.

Su nacimiento tuvo lugar en un establo, ya que a pesar de ser de familia noble, su madre quiso imitar el nacimiento de Jesús.
Quedó huérfano de madre siendo muy niño, por lo que vivió con su padre, mercenario militar, hasta que en la adolescencia quedó también huérfano de él.


Como hijo de un militar, eligió esta misma profesión a los diecinueve años y participó en numerosas batallas por todo el Mediterráneo, donde tras ser herido, trabajó como enfermero.

Al regresar al ejército, volvió a caer en el vicio del juego, lo que le hizo acabar mendigando.
Estando en la más completa pobreza se ofreció como obrero y mensajero en un convento de los Padres Capuchinos, de San Giovanni Rotondo, en 1575, donde escuchó una charla espiritual que el padre superior les hacía a los obreros, y sintió fuertemente la llamada de Dios a su conversión. Empezó a llorar y pidió perdón por sus pecados, con la firme resolución de cambiar su forma de actuar por completo. Tenía 25 años.
Pidió ser admitido como franciscano, pero en 1582, ya en el convento, se le abrió de nuevo la llaga en el pie y fue despedido.
Se fue al hospital y se curó, y logró que lo admitieran como aspirante a capuchino.
Pero en el noviciado apareció de nuevo la llaga y tuvo que irse de allí también.
De nuevo en el hospital de Santiago, se dedicó a atender a los demás enfermos, por lo que fue nombrado asistente general del hospital.

Dirigido espiritualmente por San Felipe Neri, estudió teología y fue ordenado sacerdote.
En 1575 se dio cuenta que ante la gran cantidad de peregrinos que llegaban a Roma, los hospitales eran incapaces de atender bien a los enfermos que llegaban. Fue entonces que decidió fundar una comunidad de religiosos que se dedicaran por completo a los hospitales, lo que lo llevó posteriormente a fundar la congregación de Clérigos Regulares Ministros de los Enfermos Agonizantes (Clericorum Regolarium Ministrantium Infirmis), más conocida como Camilianos, destinada al cuidado de los enfermos abandonados.

La Orden de los Camilos o Camilianos, fue aprobada pronto, y fue de gran ayuda cuando el tifus asoló Roma.
En el mes de septiembre, junto a un grupo de compañeros recibió el hábito de la nueva comunidad religiosa, aprobada el 18 de marzo de 1586 por Sixto V, y a la que Gregorio XIV elevaría a la categoría de orden religiosa, emitiendo Camilo los votos solemnes el día 8 de diciembre de 1591.

San Camilo trataba a cada enfermo como trataría a Nuestro Señor Jesucristo en persona. Aunque tuvo que soportar durante 36 años la llaga de su pie, nadie lo veía triste o malhumorado.

Murió el 14 de julio de 1614, a los 64 años.
Sus restos se encuentran en la iglesia de Santa María Magdalena, Roma.

Fue beatificado en 1742 en Roma por Benedicto XIV, y canonizado el 29 de junio de 1746 en Roma por Benedicto XIV.

En 1886, León XIII declaró a san Camilo, juntamente con san Juan de Dios, protectores de todos los enfermos y hospitales católicos.
Es patrono universal de los enfermos, de los hospitales y del personal hospitalicio.


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