
San Romualdo (¿? 950; Rávena, Italia - +19 de junio de 1207; Val di Castro, Italia) fue el fundador de la orden de los Camaldulenses y figura destacada en el "renacimento del ascetismo eremítico" del siglo XI.
Hijo de los duques que gobernaban Ravena, y educado según las costumbres mundanas, su vida fue durante varios años bastante descuidada, dejándose arrastrar hacia los placeres y siendo víctima y esclavo de sus pasiones. Sin embargo de vez en cuando experimentaba fuertes y serios remordimientos de conciencia, a los que seguían buenos deseos de enmendarse y propósito de volverse mejor.
Tras ir de testigo con su padre a duelo con un enemigo, y en el que su padre lo mató, Romualdo huyó horrorizado a la soledad de una montaña, donde se encontró con un monasterio de monjes benedictinos, donde se quedó tres años rezando y haciendo penitencia. El superior del convento no quería recibirlo de monje porque tenía miedo de las venganzas del padre; aunque finalmente fue admitido como monje benedictino a instancias del Arzobispo.
Se dedicó con gran fervor a orar y a hacer penitencia, algo que a los demás religiosos, bastante más relajados, les dejaba en mal lugar; por lo que le pidieron al superior que lo alejara del convento.
Romualdo se fue a vivir en la soledad de una montaña, dedicado sólo a orar, meditar y hacer penitencia. En la soledad se encontró con un monje llamado Marino, que logró que Romualdo hiciera grandes progresos en su vida de penitencia en poco tiempo.
Entre ambos lograron dos notables conversiones: la del Jefe civil y militar de Venecia, el Dux de Venecia, que se fue a dedicarse a la vida de oración en la soledad; y el padre de Romualdo, que arrepentido de su antigua vida de pecado se fue a reparar sus maldades en un convento.
Deseoso de la vida y disciplina eremítica, viajó por toda Italia durante varios años, fundando pequeños monasterios y promoviendo la vida evangélica entre los monjes, pero Dios le tenía reservado un lugar para que fundara una Comunidad como él deseaba: un señor llamado Málduli le obsequió con una finca, en región montañosa y apartada, llamada "campo de Málduli". Fue allí donde fundó su nueva comunidad que se llamó "Camaldulenses".
En una visión, vio una escalera por la cual sus discípulos subían al cielo, vestidos de blanco. Desde entonces cambió el antiguo hábito negro de sus religiosos, por un hábito blanco.
Veinte años antes, Romualdo había profetizado la fecha de su muerte.
Los últimos años era arrebatado frecuentemente a un estado tan alto de contemplación que invadido de amor hacia Dios exclamaba:
"Amado Cristo Jesús, ¡tú eres el consuelo más grande que existe para tus amigos!".
Adonde quiera que llegaba se construía una celda con un altar y luego se encerraba, impidiendo la entrada allí de toda persona, deonde se dedicaba a orar y a meditar.
La última noche de su vida, fueron dos monjes a visitarlo por que se sentía muy débil. Después de un rato mandó a los dos religiosos que se retiraran y que volvieran a la madrugada a rezar con él los salmos. Ellos salieron, pero presintiendo que se pudiera morir en breve, se quedaron escondidos detrás de la puerta.
Después de un rato se pusieron a escuchar atentamente y al no percibir adentro ni el más mínimo ruido empujaron la puerta, encendieron la luz y encontraron el cadáver que yacía boca arriba. Era el 19 de junio de 1027.
Fue canonizado por Benedicto IX en 1032.
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