San Bernardino de Siena (Massa Marittima (Toscana), 8 de septiembre de 1380 - +Aquila, Abruzzo (Italia), 20 de mayo de 1444) fue un predicador italiano y misionero franciscano quien, con la palabra y su ejemplo, fue evangelizando por pueblos y ciudades a las gentes de Italia, difundiendo la devoción al santísimo Nombre de Jesús.

Nacido en el seno de la familia noble de Albizeschi en Massa Marittima (Toscana), y cuando cumplió 3 años de edad, murió su madre y tres años después, su padre, y creció desde entonces en la casa de una tía.
Después de su educación básica, trabajó unos años cuidando a enfermos en un hospital.
En Siena estudió después Derecho civil y canónico. 
Cuando tenía 20 años, la peste golpeó la región de la Toscana, donde vivía. Tras presentarse él y sus amigos como ayudantes voluntarios en el hospital de la ciudad para auxiliar a los enfermos, aun a riesgo de su vida, trabajaron en el recinto por varios años, hasta que desapareció la epidemia.

Más adelante, entre los años 1402 o 1404, Bernardino sería aceptado en la Orden de los Frailes Menores de San Francisco de Asís, en la que fue ordenado sacerdote.
Como presbítero se desvivió de manera particular a la predicación, hasta tal punto que sería reconocido por el cuidado que ponía en la elaboración de sus sermones.

En el año 1406, San Vicente Ferrer le pidió que se dedicara a la evangelización de la península italiana, tarea que realizó por doce años. Durante este periodo, Bernardino vivió probablemente en el monasterio franciscano de la montaña de Capriola, cerca de Siena. Allí se mantuvo dedicado a la oración y a planear su viajes apostólicos, los que realizaría sistemáticamente, logrando abarcar el territorio de la actual Italia casi por completo.

Muchos milagros y portentos fueron obrados por su intercesión, entre ellos la expulsión de un demonio que había poseído a una prostituta de su natal Siena.

San Bernardino de Siena fue también un gran reformador de la Orden franciscana y un destacado organizador: llegó a fundar más de 200 monasterios de la rama a la que pertenecía: los Franciscanos de la Observancia (Frailes Menores de la Observancia). Además, Fray Bernandino fue una de las primeras autoridades franciscanas que envió misioneros hacia Oriente.

Presagiando que el final de su vida se acercaba, el fraile pasaba largas horas en oración. Se dice que presenció una aparición de San Pedro Celestino, quien le confirmó que pronto estaría con Dios. Partió a la Casa del Padre en 1444.

Solo seis años después, fue canonizado por Nicolás V el 25 de mayo de 1450, en uno de los procesos de canonización más breves de la historia.


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