
La influencia externa es la situación en la que un demonio asedia de forma continuada a una persona. Este asedio puede durar días, semanas o meses.
En la influencia externa, si mueve cosas en el lugar donde está la persona, o provoca ruido u olores, esto puede ser percibido por otros testigos y no sólo por la persona que sufre ese asedio. En la influencia interna, el demonio provoca visiones o sensaciones pero que sólo son vistas o sentidas por la persona que sufre esa influencia.
Contra la influencia externa la propia oración del interesado es sumamente eficaz y muchas veces basta para acabar con este fenómeno. Cuanto más asista a misa, vaya a la iglesia, use agua bendita y haga actos de piedad, más insufrible hará al demonio el estar a su lado.
Si bien hay casos en que esta influencia externa es usada por Dios como instrumento para la santificación, y el demonio vuelve por más que uno ore.
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