La infestación es el fenómeno por el que un demonio posee un lugar. El demonio al poseer un lugar puede mover cosas a voluntad o provocar ruidos u olores.

La infestación nunca provoca la posesión de ninguna de las personas que viven en ese lugar. La causa de infestación suele ser que en ese lugar se hayan practicado con frecuencia ritos esotéricos o satánicos.

Para acabar con la infestación de un lugar hay unas oraciones específicas en el ritual de exorcismos.

 

El sacerdote no sea fácil en creer los testimonios acerca de lo que ocurre en una casa, salvo que haya testimonios concordes de al menos dos testigos.

Así como cuando un poseso viene a ver al sacerdote se puede orar y comprobar la manifestación del demonio, en el caso de la infestación no ocurre nada cuando el sacerdote ora en ese sitio infestado. De forma que en todo depende de lo que le digan. Por eso no hay forma alguna de alcanzar seguridad acerca de si hay una verdadera infestación o todo es sugestión.

La única forma de alcanzar alguna seguridad es que haya varios testimonios coincidentes acerca de los hechos extraordinarios que se refieren.

 

En esos casos el sacerdote puede orar una vez en la casa y después animar a la familia a que cada día se reúna cada día para orar todos juntos. Pueden rezar el rosario, leer la Biblia unidos, echar una vez al día agua bendita por las habitaciones, reunirse ante una imagen sagrada y suplicar su protección, etc.

 

En estos casos las familias piden al sacerdote que lo haga todo, pero el sacerdote debe hacer entender a sus inquilinos que ellos mismos pueden hacer lo que le piden a él.

La oración unida de una familia puede perfectamente quebrantar el poder del demonio sobre ese lugar si perseveran orando juntos durante semanas o meses.


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