SATÁN
Es el más poderoso, inteligente y bello de los demonios que se rebelaron.
Se le llama Satán o Satanás en el Antiguo Testamento.
Su raíz primitiva significa atacar, acusar, ser un adversario, resistir.
Satán significa adversario, enemigo, opositor.

DIABLO
Es como llama a Satán el Nuevo Testamento.
Diablo viene del griego diaballo, que significa acusar.
La gente usa la palabra diablo y demonio como sinónimos, pero la Biblia no, siempre usa la palabra Diablo en singular, y refiriéndose al más poderoso de todos ellos.
La Sagrada Escritura también le llama el Acusador, el Enemigo, el Tentador, el Maligno, el Asesino desde el principio, el Padre de la mentira, el Príncipe de este mundo, y la Serpiente.

BELCEBÚ
Usado también como sinónimo del Diablo.
Proviene de Baal-zebul, que significa señor de las moscas. Aparece en el 2º Libro de los Reyes 1,2.

LILITH
Aparece en Isaías 34,14; la tradición judía lo consideró como un ser demoníaco.
En la mitología mesopotámica, es un genio con cabeza y cuerpo de mujer, pero con alas y extremidades inferiores de pájaro.

ASMODEO
Aparece en el libro de Tobías.
Del persa aesma daeva, que significa espíritu de cólera.

SEIRIM
Aparecen en Isaías 13, 21, Levítico 17, 7, y en Baruc 4,35.
Suele traducirse como los peludos.
Deriva del hebreo sa’ir, que significa peludo o macho cabrío.

DEMONIO
Del griego daimon, que significa genio.
En la mitología grecorromana no era necesariamente una entidad maléfica; pero en el Nuevo Testamento siempre es usado como término para designar seres espirituales malignos.

BELIAL
O Beliar. De la raíz baal, que significa señor.
Aparece en la 2ª Carta a los Corintios 6,15.

APOLLYON
Significa destructor.
Aparece en Apocalipsis 9, 11.
Se dice de él que su nombre en hebreo es Abaddón, que significa perdición, destrucción.

LUCIFER
Nombre extrabíblico que significa estrella de la mañana. También significa el que lleva la luz.
El nombre que le puso Dios nos indica la belleza de este ángel, y nos recuerda la pena tan grande que, siendo precisamente tan bello, cayera; y le viene de haber sido un ángel especialmente privilegiado en su naturaleza en los cielos angélicos, antes de rebelarse y deformarse.
La mayoría de los textos eclesiásticos usa el nombre de Lucifer como sinónimo del Diablo.
Sin embargo, el padre Gabriele Amorth considera que es el nombre propio del demonio segundo en importancia en la jerarquía demoniaca.
(Lo que tanto Jose Antonio Fortea como Gabriele Amorth opinan, por lo conocido en sus exorcismos realizados, es que Lucifer es alguien distinto de Satán). [Nota del autor]

 

En un exorcismo, un demonio dijo que los cinco demonios más poderosos del infierno eran, por este orden: Satán, lucifer, Belcebú, Belial y Meridiano.
¿Es segura esta jerarquía? Solo Dios lo sabe.
Lo que es seguro es que cada demonio tiene un nombre; un nombre dado por Dios y que expresa la naturaleza de su pecado.
Distintos nombres de demonios dichos por ellos mismos en exorcismos son: Perversión, Muerte, Puerta, Morada, etc.
Otros, sin embargo, dicen nombres que no sabemos que significan: Elisedei, Quobad, Jansen, Eishelij, etc.

 

En algunos libros de magia y brujería se colocan largas listas de nombres; unas listas tan inacabables e exhaustivas como inventadas.
No tienen más valor que la imaginación de sus autores; pues algunos no solo ofrecen la lista de los nombres, sino incluso el numero de demonios que pueblan el infierno. Estas descripciones detalladas de las legiones infernales son puramente inventadas. Uno de estos autores de cierta lista de demonios dice que uno de ellos, llamado Xaphán, fue el que sugirió a Satán prenderle fuego al cielo, pero que fueron arrojados al infierno antes de poder cometer tan vil acto. También dice de el que es el encargado de mantener encendidas las llamas del infierno… tan falso como inventado, ya que ni hay forma de prender fuego al cielo, ni de mantener encendidas las llamas del infierno.


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