
San Josafat, o Juan Kuncewycz (Volodímir de Volinia 1580 - +Vítebsk, 12 de noviembre de 1623), fue un obispo greco-católico ruteno, fundador de una de las ramas de la Orden de San Basilio asesinado por ortodoxos.
Nacido en una familia de fervientes ortodoxos, de muy joven fue enviado a Vilna para aprender a ejercitar el oficio del comercio y allí advirtió muy de cerca los contrastes doctrinales entre los ortodoxos católicos Rutenos que se habían unido a la Iglesia católica (uniatas) y los ortodoxos que no aceptaban tal unificación con la Iglesia latina.
Después de una profunda reflexión, decidió unirse a los greco-católicos.
Posteriormente fue admitido en la Orden de San Basilio, donde se retiró al monasterio de la Santísima Trinidad y allí vivió como ermitaño durante varios años, durante los cuales reforzó sus convicciones teológicas, expresadas también en algunas obras escritas en las que intentó demostrar el origen católico de la Iglesia Rutena y su primitiva comunión con la Santa Sede.
Cuando estudió las doctrinas de los Padres de la Iglesia se quedó fascinado por ellos.
Reconoció que el pensamiento de los Padres de la Iglesia Oriental en ningún modo había socavado la unidad de la Iglesia Católica; al contrario, se dio cuenta que la unidad y la pluralidad universal tienen en sí mismas tal belleza espiritual que no podían dejar de estar siempre unidas: había que trabajar juntos en favor de una sola Iglesia, de un solo rebaño, al cual conducir las ovejas guiadas por un solo pastor, que era el Papa.
Con sus escritos también exhortó a realizar la reforma de los monasterios de rito bizantino y a reafirmar el celibato del clero.
Recibió el orden sacerdotal en el rito bizantino.
Orientó su ministerio basado en la convicción de que era posible la unidad en la diversidad: primero como monje y fundador de los monasterios de Byten y Zyrowice, luego como obispo de Vitebsk y coadjutor de Polotsk, de la que se convirtió en arzobispo en 1618.
Fue precisamente por su apertura a la pluralidad de expresiones de la fe que respetaban siempre la unidad de la única fe, que sus detractores comenzaron a acusarlo de ser un "secuestrador y ladrón de las almas" de la Iglesia Ortodoxa.
En realidad él nunca había dejado las expresiones litúrgicas orientales sino que, en vez de adoptar el latín en la liturgia, mantuvo la lengua eslava antigua y basó su enseñanza esencialmente en dos fundamentos: la fidelidad a la Sede de Pedro y a la tradición de los Padres.
En una de sus numerosas visitas pastorales, mientras se encontraba en Vítebsk, fue rodeado por un grupo de personas que no estaban de acuerdo con sus enseñanzas, quienes lo golpearon hasta dejarlo sin sentido. Después le atravesaron su brazo derecho con una lanza y le abrieron su cráneo con un machete.
Un tiro de gracia acabó con su vida y poco después lo arrojaron en un torrente de agua.
San Josafat de Lituania -como también es conocido- es considerado el patrono de la vuelta a la unidad entre cristianos ortodoxos y católicos, divididos por un cisma histórico que pese al paso de los siglos clama por una reconciliación definitiva.
Fue canonizado en 1867.
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