CUESTIÓN 68: ¿QUÉ DIFERENCIA HAY ENTRE EL TEMOR A DIOS Y EL TEMOR AL DEMONIO?
No temáis a los que matan el cuerpo, pero el alma no pueden matarla. Temed más bien al que puede destruir alma y cuerpo en la gehena.
No temáis a los que matan el cuerpo, pero el alma no pueden matarla. Temed más bien al que puede destruir alma y cuerpo en la gehena.
Todo el mundo conoce las tentaciones que Satán hizo a Jesús en el desierto. La tentación de los panes, de los reinos, de ser reconocido.
Lo encadenó [al Diablo] para mil años […], para que no engañe más a las naciones hasta que se cumplan mil años; después de eso, tiene que quedar suelto un poco de tiempo. Ap. 20, 2-3.
Aarón echará suertes sobre los dos machos cabríos: una suerte para Yahvéh y otra suerte para Azazel. Aarón apoyará sus dos manos sobre la cabeza del macho y confesará sobre él de todas las faltas de los hijos de Israel, así como de todas sus transgresiones y todos sus pecados; los depositará sobre la cabeza del macho cabrío y lo enviará al desierto por medio de un hombre preparado al efecto. El macho cabrío llevará sobre sí todas las iniquidades de ellos y se le dejará libre en el desierto. Respecto a quien condujo el macho cabrío hacia Azazel lavará sus vestidos, bañará su cuerpo en el agua.
Vestíos la armadura de Dios, para que podáis resistir las estratagemas del Diablo; porque no entablamos el combate contra una criatura humana, sino contra los principados, contra las potestades, contra los dominadores de este mundo tenebroso, contra las fuerzas espirituales del mal que están en las regiones del aire.
En ciertas ocasiones la Biblia utiliza para referirse al Diablo expresiones que pueden parecer excesivas. Sin embargo, todo en el Libro Sagrado está perfectamente medido.
Ya se ha dicho antes que no hay poder alguno en la materia para poder influir en el espíritu.
Podemos hacer una lectura simbólica de lo que hace Tobías con el demonio Asmodeo, entendiéndolo como una alegoría de la acción de Jesús respecto al Diablo.
Por ella [por la Cruz] después de despojar [Jesucristo] a los principados y potestades los exhibió públicamente, llevándolos en el cortejo triunfal (Col 2,15).
Porque ha sido expulsado el Acusador de nuestros hermanos, el que los acusaba ante Dios día y noche. Ap 12,10.
En la cuestión anterior ha quedado claro que Satán sí que habla a veces con Dios para echarle en cara los pecados que cometemos. Pero eso no es una verdadera y auténtica conversación.
En la Sagrada Escritura podemos encontrar tres versículos que están indudablemente relacionados si se colocan uno junto al otro.
En el seminario, cuando yo era un joven imberbe y todavía con abundante pelo sobre la cabeza, el profesor en una clase de Sagrada Escritura nos leyó el texto de Sant 2,19: ¿Tú crees que hay un Dios? Haces bien. Hasta los demonios creen, pero se estremecen.
Muchos afirman que el libro de Job se trata de una narración ficticia. Contra esta opinión están los datos concretos dados por el libro acerca de la región y tribu a la que pertenecía, además de la consideración continua del pueblo judío de que tal libro era histórico.
Si el Leviatán es sólo uno, si es un único ser personal, por qué en el salmo 74, 14 se dice: Tu despedazaste las cabezas del Leviatán.
El término Satán aparece 18 veces en el antiguo Testamento. En el Nuevo Testamento, Satán aparece 35 veces y Diablo 36 veces. El término demonio aparece 21 veces en el Nuevo. Mientras que en el Antiguo Testamento los términos equivalentes a demonio (seirim, Lilith, etc.) muchas veces menos.
Muchos, incluso clérigos, identifican la figura bíblica del Anticristo con la del Diablo, tal cosa es un error.
No, es completamente imposible que un espíritu tenga un hijo. El espíritu no puede procrear carnalmente. Al ser inmaterial no puede fecundar nada.
Sí, el único modo de paternidad posible para el Diablo es la paternidad espiritual. Es decir, del mismo modo que el que hace las obras de Dios acaba pareciéndose cada vez más a su Padre Dios, así también el que hace las obras de la iniquidad, paulatinamente se va apreciendo más a él. En este sentido sí que existe una paternidad espiritual.
No, el Apocalipsis distingue muy bien entre tres figuras: el Anticristo, la Bestia, y el Dragón (o Serpiente).
Todo el mundo da por supuesto que el 666 s el número o símbolo del Diablo. Pero de este número que aparece en un solo versículo (Ap 13, 18) se dice que es el número de la Bestia, pues es número de un ser humano.
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