Las Témporas son días de acción de gracias y de petición que la comunidad cristiana ofrece a Dios, terminadas las vacaciones y la recolección de las cosechas, al reemprender la actividad habitual.

Son una ocasión que presenta la Iglesia para rogar a Dios por las necesidades de las personas, principalmente por los frutos de la tierra y su trabajo, dando gracias a Dios públicamente.

El principio u origen de las cuatro témporas coincide con las cuatro estaciones solares del hemisferio Norte y se concreta en celebraciones en tres días de una misma semana: el miércoles, el viernes y el sábado. Así se determinó el sentido de las cuatro témporas: la primera en la semana 3ª de Adviento (invierno); después de la 1ª de Cuaresma (primavera); después del domingo de Pentecostés (verano) y después del 3° domingo de septiembre (otoño). Es preciso que los fieles sean avisados con tiempo de tales celebraciones. 

El origen de las «cuatro témporas» está unido a la cristianización del tiempo, en las cuatro estaciones solares, pero que actualmente puede aplicarse oportunamente en nuestras comunidades cristianas como momento de oración y de reflexión que pongan de relieve el misterio de Cristo en el tiempo. 

La bendición de Dios, que «desciende» hacia nosotros, que es por excelencia el mismo Cristo, exige la respuesta del hombre, que 'asciende' hacia Dios dándole gracias o diciendo bien de él.


Añadir comentario

Comentarios

Todavía no hay comentarios

Crea tu propia página web con Webador