Bernardo de Fontaine, conocido como Bernardo de Claraval, (Fontaine-lès-Dijon, 1090- +Abadía de Claraval, 20 de agosto de 1153) fue un monje cisterciense francés, y Abad de la abadía de Claraval. 

Nacido en el seno de una antigua familia, a los 22 años y después de haber estudiado gramática y retórica, entró en el monasterio fundado por Roberto Molesmes en Citeaux (Cistercium, en latín, de donde viene el apelativo de cistercienses).
Algunos años después, funda el Monasterio de Claraval (Clairvaux). Lo siguen 12 compañeros, entre los que se encuentran un tío y un primo suyos. Son muchos los parientes que siguiendo su ejemplo, optan por la vida religiosa.

A lo largo de su vida fundó 68 monasterios distribuidos por toda Europa.
Los inicios fueron lentos: en los 10 primeros años solo se establecieron tres nuevas fundaciones: Tre Fontane (1118), la Fontenay (1119) y Foigny (1121).
A partir de 1130 se extendieron las primeras abadías por Alemania, Inglaterra y España (Moreruela, 1132).

Bernardo fue un inspirador y organizador de las órdenes militares, creadas para acoger y defender a los peregrinos que se dirigían a Tierra Santa y para combatir el Islam.
Así, tuvo gran influencia en la creación y expansión de la Orden del Temple, redactó sus estatutos e hizo reconocerla en el Concilio de Troyes (Francia), en 1128.

Participó en las principales controversias religiosas de su época. Sostenía que el conocimiento de las ciencias profanas era de escaso valor comparado con el de las ciencias sagradas.
Reclamado constantemente por el clero local, realizó numerosos viajes por el sur de Francia, Renania y otras regiones. También predicó las excelencias espirituales de la vida monástica y convenció a muchos para que ingresasen en la orden cisterciense.
Se desplazaba habitualmente a pie, acompañado de un monje, que hacía de secretario y escribía a su dictado durante los desplazamientos.
Se le conocía como "Doctor melifluo" (boca de miel), por su suavidad y dulzura.

Su mayor y más trágica empresa fue la Segunda Cruzada, cuya predicación fue por completo obra suya.
Allí apareció con toda su fuerza y con toda su debilidad su ideal religioso.​ Su fracaso afectó negativamente a su influencia y a su figura carismática, excepcional hasta entonces tanto con el poder religioso como con el político.

En 1153, enfermó del estómago, quedó muy débil y terminó falleciendo por éste.

Fue canonizado en 1174, y declarado doctor de la Iglesia en 1830.

Sus contribuciones como religioso perfilaron la religiosidad cristiana, el canto gregoriano, la vida monástica y la expansión de la arquitectura gótica.


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