
Santa Eulalia de Mérida (Augusta Emerita, Hispania; 292 - +Augusta Emerita, Hispania; 10 de diciembre de 304) fue una santa cristiana que padeció el martirio en la ciudad de Augusta Emerita,, actual Mérida (España), bajo las persecuciones del emperador Diocleciano. No confundir con Eulalia de Barcelona.
Cuando se desencadenó la persecución de Diocleciano, ella no solamente no le tenía miedo a la muerte, sino que incluso deseaba ser mártir por amor a Cristo.
El gobernador romano tenía la orden de que todo aquel cristiano que no quemase incienso a los dioses, iría derecho a la muerte.
Sus padres quisieron impedir a toda costa que muriese, para ello, la encerraron en un castillo, y el único que podía verla era un sacerdote y la ama de llaves.
Eulalia convenció a ésta para que le dejara salir. Fueron las dos juntas ante el gobernador, reprochándole su crueldad. En seguida mandó martirizar primero a su ama de llaves, y a continuación a Eulalia. El juez pagano mandó que la destrozaran golpeándola con varillas de hierro, y que sobre sus heridas colocaran antorchas encendidas. Eulalia murió quemada y ahogada por el humo.
Dice el poeta Prudencio (siglo IV) que, al morir, la gente vio una blanca paloma que volaba hacia el cielo, y que hizo que los verdugos saliesen huyendo llenos de pavor y de remordimiento por haber matado a una criatura inocente.
La nieve cubrió el cadáver y el suelo de los alrededores, hasta que varios días después llegaron unos cristianos y enterraron su cuerpo.
En el sitio de su sepultura se levantó un templo en su honor.
La noticia de la vida y martirio de la santa se expandió rápidamente por el Imperio Romano, convirtiendo a la ciudad en uno de los focos más importantes de peregrinación de Europa occidental durante la Alta Edad Media. De hecho, y hasta la proclamación de Santiago Apóstol, Eulalia fue invocada como protectora de las tropas cristianas durante la Reconquista, y como patrona de las Españas.
Actualmente ostenta el título de alcaldesa perpetua y patrona de Mérida.
Asimismo, es patrona de:
- Archidiócesis de Oviedo (Asturias)
- Principado de Asturias (desde 1684)
- Totana (Murcia)
- Santa Olalla del Cala (Huelva)
Desde 2012 es también patrona de la juventud de la Archidiócesis de Mérida-Badajoz.
LOS "Lugares eulalienses"
Bajo el nombre de lugares eulalienses se conocen a los monumentos y edificios de la ciudad de Mérida asociados a la vida y culto de la joven mártir:
- La basílica martirial o iglesia matriz.
Construida a mediados del siglo IV, cuando las reliquias de la mártir fueron enterradas sobre un lugar en el que no había habido tumbas romanas ni cristianas. Previamente sobre este lugar se había construido una pequeña iglesia, y bajo su altar se situó el túmulo sobre el que se había grabado el título martirial de Eulalia. A partir del enterramiento de la mártir, a su alrededor se formó una gran necrópolis, debido la querencia de los cristianos de ser enterrados ad sanctos o junto a reliquias de santos mártires. Prácticamente destruida durante la invasión musulmana, la Basílica de Santa Eulalia fue reconstruida hacia 1235 por la Orden de Santiago, institución que hacia el 1270 levantó el actual templo.
- El Hornito de Santa Eulalia.
Según la leyenda, este edificio fue levantado en el lugar en el que fue inmolada la mártir. Se trata de una capilla construida en 1495 por dos Visitadores de la Orden de Santiago de la Espada. Este singular oratorio fue construido como ermita, con el fin de que los emeritenses pudiesen prestar culto a la santa sin tener que esperar a que estuviese abierta la basílica. En 1610 y tras el descubrimiento de ruinas romanas, se aprueba la remodelación del templo; en 1612 se instalaron los mármoles del Templo de Marte; y en 1662 se colocaron los escudos de Felipe IV, de la Ciudad, y del Gobernador santiaguista del momento.
- El Humilladero.
El más humilde de los monumentos dedicados a Santa Eulalia. Está formado por una peana de mármol, un pequeño fuste (donde, según la tradición, fue azotada la mártir) y una cruz.
- La casa.
La tradición sitúa el hogar de Eulalia en una casa solariega de la calle Obispo y Arco, colindante con el famoso Arco de Trajano.
- La cárcel.
Según una tradición de finales del siglo XV, en la capilla de San Martín, situada en el interior de la basílica de la mártir, junto al coro, se encontraba la celda donde estuvo presa Santa Eulalia.
- El obelisco, o Pirámide de Santa Eulalia.
Se inauguró en 1652; fue levantado utilizando restos monumentales romanos de gran valor que hoy se conservan en el Museo Nacional de Arte Romano, pudiendo observarse una réplica a escala real en la plaza Joan Miró de la capital extremeña.
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