
Nuestra Señora de Lourdes es la advocación mariana de la Santísima Virgen que se apareción hasta en dieciocho ocasiones a Bernadette Soubirous, la cual afirmó haber presenciado en 1858 en la gruta de Massabielle, en las afueras de la ciudad de Lourdes, en Francia, en las estribaciones de los Pirineos.

Bernadette afirmaba que se le aparecía una señora joven vestida de blanco, con una cinta de color azul a la cintura, las manos juntas en actitud de oración, un rosario colgándole del brazo, una rosa dorada en cada pie, y un velo blanco cubriendo su cabello. En sucesivas apariciones, el mensaje fue tomando cuerpo:
- Invitación a la penitencia y a la oración por los pecadores (21 de febrero).
- Invitación a vivir una pobreza más evangélica .
- Solicitud de que se hicieran procesiones a la gruta y le fuera erigida allí una capilla (2 de marzo).
El 25 de febrero, la Virgen le dijo que fuera a tomar agua de la fuente y que comiera de las plantas que crecían libremente allí. Ella interpretó que debía ir a tomar agua del cercano río Gave y hacia allá se dirigió; pero la "Señora" le enseñó con el dedo que escarbara en el suelo. Al excavar en el fango e intentar beber, Bernadette ensució su rostro, y sus gestos y apariencia fueron motivo de escepticismo por parte de muchas de las 350 personas presentes, ya que el manantial no se manifestó de inmediato. Sin embargo, poco después surgió un manantial de agua que, hasta el día de hoy es meta de masivas peregrinaciones por parte de muchos católicos y que ha sido testigo de numerosos milagros. El manantial que brotó aquel 25 de febrero de 1858 produce cien mil litros de agua por día, de forma continua, desde aquella fecha.

Aun en vida Bernadette, multitud de católicos creyeron en las apariciones como vehículo de la gracia de Dios, por lo que Pío IX autorizaría al obispo local para que permitiera la veneración de la Virgen María en Lourdes en 1862, unos diecisiete años antes de la muerte de Bernadette.
Bernadette Soubirous fue proclamada santa por Pío XI el 8 de diciembre de 1933. Desde entonces, la advocación de la Virgen María como Nuestra Señora de Lourdes ha sido motivo de gran veneración, y su santuario es uno de los más visitados del mundo: unos 8.000.000 de personas peregrinan allí cada año.
Nuestra Señora de Lourdes está asociada al dogma de la Inmaculada Concepción, ya que la visión en la que se presentó a Bernadette lo hizo bajo este nombre, según lo que ella afirmó.
Se la considera a esta advocación de la Virgen María como patrona de los enfermos, dado que muchos de ellos acuden a Lourdes por la reputación milagrosa del agua de Lourdes.
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