Tomás (Siglo I; Galilea, Israel - +3 de julio de 72; Meliapor, India), llamado también Judas Tomás Dídimo, fue uno de los doce apóstoles de Jesús. El nombre Tomás significa gemelo en arameo. Era judío, y pescador de oficio.
Se le conoce, sobre todo, por su incredulidad después de la muerte del Señor: Jesús se apareció a los discípulos el día de la resurrección para convencerlos de que había resucitado. Tomás, que estaba ausente, al enterarse de ello, se negó a creer en la resurrección de Jesús: "Si no veo en sus manos la huella de los clavos y pongo el dedo en los agujeros de los clavos y si no meto la mano en su costado, no creeré". Ocho días más tarde, cuando Jesús se encontraba con los discípulos, se dirigió a Tomás y le dijo: "Pon aquí tu dedo y mira mis manos: dame tu mano y ponla en mi costado. Y no seas incrédulo, sino creyente." Tomás cayó de rodillas y exclamó: "Señor mío y Dios mío!" Jesús replicó: "Porque me has visto, Tomás, ¿has creído? Bienaventurados quienes crean sin haber visto."
Tomás viajó fuera del Imperio Romano para predicar el Evangelio, llegando incluso hasta el Tamilakam, localizado en el sur de la India, en el año 52 d. C. De hecho, se le atribuye la evangelización de Oriente.
Tiene una gran importancia tanto en Siria como en la India.
Según la tradición, Tomás sufrió martirio en la India.
En 1258, algunas de sus reliquias fueron llevadas desde la isla de Chios (Grecia) a Ortona, en Abruzos, Italia, donde han sido mantenidas en la Basílica que lleva su nombre.
Es considerado el Santo Patrón de la India entre los cristianos del país.
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