Cecilia de Roma, más conocida como santa Cecilia, ( 180 d.C., Roma - 22 de noviembre de 230, Sicilia, Italia) fue una noble y mártir romana convertida al cristianismo.
Según se puede leer en el texto de la "Passio Sanctae Caeciliae", Cecilia se casó por conveniencia con el patricio Valeriano a quien le cuenta el día de la noche de bodas que se ha convertido al cristianismo y que ha hecho un voto de virginidad perpetua.
Valeriano, por su cuenta, acepta recibir la catequesis y el bautismo de parte del Papa Urbano I. Después se le une su hermano Tiburcio, abrazando también él la fe cristiana.
Ambos hermanos fueron arrestados por orden del prefecto Turcio Almachio y luego de ser torturados fueron decapitados junto a Massimo, el oficial que los había conducido a la cárcel y que, en el recorrido, también él se había convertido.
Almachio decide seguidamente asesinar a Cecilia. Una acción nada fácil, considerando la gran popularidad de la que ella gozaba. Temía repercusiones por una ejecución pública, así que decidió someterla a un juicio sumario, y luego orden de que fuese encerrada en su propia casa, dentro de una caldera a altísima temperatura, escenificando una muerte por asfixia.
Después de más de 24 horas, los guardias la encontraron milagrosamente viva envuelta en un rocío celestial.
Almachio arremetió entonces ordenando su decapitación. Sin embargo, el verdugo no logra cortarle la cabeza tras intentarlo con fuerza hasta en tres ocasiones.
Cecilia muere tras tres días de agonía, donó todos sus bienes a los pobres, su casa a la Iglesia, y aunque ya no podía hablar, siguió profesando su fe en Dios uno y trino, con los dedos de sus manos. Así es como fue esculpida la célebre estatua custodiada bajo del altar central de la Basílica que lleva su nombre.
Cecilia es patrona de la música, los poetas, y los ciegos (junto con Santa Lucía de Siracusa). De ahí que en la mayoría de la iconografía se la represente con un órgano, un laúd, y rosas.
En honor a ella, un importante movimiento de renovación de la música sacra de finales del siglo XIX recibió el nombre de Cecilianismo.
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