Francisco de Borja y Aragón, también conocido como San Francisco de Borja (Gandía, España; 28 de octubre de 1510 - +Roma, Italia; 30 de septiembre de 1572) fue un sacerdote jesuita español, III General de la Compañía de Jesús, IV duque de Gandía, I marqués de Lombay, y virrey de Cataluña.
Recibió su primera instrucción en Zaragoza, donde fue llevado hacia 1520, cuando contaba 10 años de edad.
Aunque de niño fue muy piadoso y deseó convertirse en monje, su familia lo mandó a la corte de su tío segundo, el emperador Carlos I de España y V del Sacro Imperio Romano Germánico en 1522.
En 1528, Juan de Borja concedió a su primogénito la mitad de la baronía de Llombay y el título de barón, en tanto que el emperador Carlos V lo nombró gentilhombre de la Casa de Borgoña.
En 1529, se acordó su matrimonio con Leonor de Castro, Caballeriza Mayor y Dama de la emperatriz Isabel. Tuvieron ocho hijos, de los cuales cinco fueron varones y tres mujeres.
La propia emperatriz, en ausencia del emperador y actuando con plenas facultades como regente, lo nombró Caballerizo Mayor suyo, como ya lo era su esposa, y elevó el título de la baronía de Llombay a marquesado.
Tras el fallecimiento de la emperatriz Isabel de Portugal en Toledo el 1 de mayo de 1539, Carlos V lo nombró virrey de Cataluña, cargo que desempeñó con gran eficiencia.
En el año 1546, tras el fallecimiento de su esposa, Francisco de Borja dejó sus posesiones a su hijo primogénito e ingresó en la Compañía de Jesús.
Ordenado sacerdote en el año 1551, se dedicó a la predicación. San Ignacio de Loyola, fundador de la Compañía de Jesús, lo nombraría más tarde Comisario de España en las Indias.
En el año 1565 sucedió a Diego Laínez como tercer general de la Compañía, reorganizando sus métodos de enseñanza y propagando sus misiones.
Durante una estancia en Roma fundó el noviciado de San Andrés, el colegio Romano, e hizo levantar la iglesia de la Anunciación.
Al regresar de un viaje por España, Portugal y Francia para negociar la cruzada contra los turcos, falleció en Roma el 30 de septiembre del año 1572.
Fue canonizado en 1671 por el papa Clemente X.
En la iconografía e imaginería cristiana, se le retrata con una calavera coronada con una corona imperial.
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