Sobre este asunto no tengo respuesta y me limito a constatar el hecho. Esta es una cuestión en la que ofrezco una pregunta, pero no la respuesta. El hecho es que un demonio dentro de un poseso siente, por ejemplo, que el sacerdote le está aproximando un crucifijo, pero cuando le tortura es cuando se lo coloca sobre su cuerpo. ¿Por qué la reacción se produce al colocarlo sobre el cuerpo y no antes? ¿Por qué un demonio que es un ser espiritual, incorpóreo, siente que el agua bendita le atormenta cuando ésta es rociada sobre la corporalidad del poseso, y no por el hecho de estar cerca? ¿Por qué el demonio se retuerce de horror y brama cuando se le ordena que mire una imagen de la Virgen María, y no siente ese horror cuando tiene los ojos cerrados? Hemos comprobado infinidad de veces que el demonio siente la tortura de las cosas sagradas a través de los sentidos corporales del poseso: al oler el incienso bendito, al tocar algo, al oír algo, al ver de improviso algo que no esperaba.

         Incluso añadiré que si se provoca un fuerte dolor imprevisto en el cuerpo del poseso, hay muchos posesos (no todos) que salen del trance al momento. Si los mocos le caen de la nariz, o le pica una parte del cuerpo, algunas veces el poseso en medio del exorcismo se limpiará esa parte del cuerpo o se rascará como si no hacerlo le pusiera nervioso. Es como si el demonio al usar esa corporalidad sintiera a través del sistema sensitivo de ese cuerpo, y lo que molestara a ese cuerpo le molestara a él. No es frecuente esto de que un poseso se limpie o se rasque, pero a veces en casos indudables de posesión en mitad del exorcismo ha sucedido.

         A esto habría que añadir, ¿por qué los espíritus salen muchas veces con una expiración por la boca o la nariz? Al no tener cuerpo deberían poder salir por cualquier parte del cuerpo. Y, sin embargo, muchos es evidente que salen de ese modo.

         Que los demonios usan el cuerpo de la persona para sentir parece claro. Pero es interesante observar que también usan ese cuerpo para manifestar los sentimientos. Es decir, involuntariamente en medio del exorcismo el demonio que posee ese cuerpo manifestará su dolor, su ira, su alegría a través de gritos, lágrimas o risas malignas. Yo pensaba que esto podía ser sólo un medio voluntario de expresión; pero no. Por ejemplo, el demonio (quiera o no quiera) llora a través del poseso. El demonio puede no querer manifestar su presencia, y sin embargo al final del exorcismo acaba manifestando su sufrimiento a través de la corporalidad de ese poseso. Incluso se le escapan frases típicas como “ya no puedo más”, “me marcho”. La respuesta a este hecho constatado lamento no poder ofrecerla.


Añadir comentario

Comentarios

Todavía no hay comentarios