CUESTIÓN 177: ¿NO PODRÍA DIOS ACABAR CON LA EXISTENCIA DE LOS CONDENADOS POR UN ACTO DE SU DIVINA MISERICORDIA?

Una vez que hemos examinado la posibilidad de mantener el ser y quitar la pena, nos queda por examinar si sería preferible quitar directamente el ser.

         Por su omnipotencia podría hacerlo. Pero por amor no lo hace. Alguien podría decir que es mejor dejar de sufrir que sufrir toda la eternidad. Pero los condenados tampoco sufren de modo intenso en todos y cada uno de los momentos del evo, en todos y cada uno de los actos de su voluntad y entendimiento. Sí que existe un sufrimiento continuo, como un sufrimiento sordo, proveniente del desorden de su ser. Pero el sufrimiento más o menos intenso procedente de los actos de su entender y en ocasiones no sufren.

         El ser siempre es un bien, aunque se sufra en muchos momentos. Quitarles el ser sería quitarles el poco bien que poseen. Un bien unido a muchos males, pero bien al fin y al cabo. He dicho “poco bien que poseen”, pero eso no es del todo exacto porque existir siempre es un bien inmenso. Sin duda alguna existir de un modo finito, es un bien finito. Pero existir indefinidamente, supone un buen infinito. Un bien finito en cada momento, pero infinito en su totalidad. Parece increíble, pero Dios concede un bien infinito in quantitate a los condenados. Por eso Dios no les quita lo poco que tienen, esto es, el ser. Tal cosa es “poco” si lo comparamos con los bienaventurados, “mucho” si lo comparamos con la nada. Como se ve, Dios es extraordinariamente generoso con todas sus criaturas, incluso con los condenados. No es un Dios que se recrea en la contemplación de su infinita justicia, no es un Creador que mantiene en el ser el sufrimiento en estado puro. Meditémoslo y nos daremos cuenta de que un sufrimiento perfecto, constante y puro no valdría la pena ser mantenido en el ser. Pero porque también los condenados al infierno gozan de las satisfacciones naturales inherentes en su ser, son mantenidos en la existencia[1].

 

[1] ¿Cómo se conjuga esto con las palabras de Jesús en que dice de Judas que "más le valiera no haber nacido"? Pues francamente no lo sé. Para mí esto ha sido como un problema matemático al que todavía le sigo buscando la solución. Metafísicamente está claro que más vale existir sufriendo que no existir. Además, Dios no mantendría en el ser algo si no valiera la pena. La existencia de condenados después del Juicio Final ya no sirve ni de enseñanza moral o teológica a los viadores, pues ya no habrá viadores. Los bienaventurados viven ya inmersos en el gozo de Dios y de Él pueden aprenderlo todo sin necesidad de que otros sufran eternamente para enseñanza de los justos. ¿Para qué entonces mantenerlos en el ser? La única solución es la anteriormente explicada: el existir es un bien preferible al no existir.


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