En la cuestión anterior ha quedado claro que Satán sí que habla a veces con Dios para echarle en cara los pecados que cometemos. Pero eso no es una verdadera y auténtica conversación.

¿Se producen estas conversaciones?

 

Aunque ambos son dos seres espirituales, y los seres espirituales por su propia naturaleza gustan de la comunicación entre sí, sin embargo, estas conversaciones no se producen. Y eso se debe a que por parte del Diablo no hay ningún interés en comenzar una conversación con aquel a quien odia con todas sus fuerzas.

Y por parte de Dios tampoco hay ningún interés en hablar con aquel que respira odio contra El continuamente. Dios tiene su dignidad, y por eso no quiere conversar con e que le insulta y blasfema continuamente. No quiere conversar porque en realidad no hay nada de qué conversar.


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